Se trata de un edificio completamente construido en madera ubicado en la ciudad noruega de Brumanddal, al norte de Oslo. 

La torre diseñada por el estudio Voll Arkitekter, consta de 18 pisos con oficinas, un hotel y departamentos; y sus 85,4 metros de altura lo convierten oficialmente en la torre de madera más alta del mundo. Su construcción comenzó en abril del 2018 y se inauguró en marzo del 2019. 

Además de colocar a la pequeña ciudad en un mapa mundial, ha acumulado cada vez más evidencia de que la madera puede ser una alternativa permanente al concreto y al acero. 

La hazaña récord se logró gracias a un tipo de madera estructural llamada madera laminada o CLT. Parte de un grupo más grande de materiales llamado madera en masa que se hace pegando tiras de madera encoladas a 90 grados antes de que se compriman en grandes vigas o paneles bajo presión extrema.

La estructura se compone de un esqueleto de pilares y vigas de madera laminada, con unas grandes diagonales (igualmente de madera laminada) en los planos de las fachadas que atraviesan varios pisos de altura. Las columnas de las esquinas tienen una sección de 1485 mm x 625 mm. Las columnas interiores tienen secciones de 725 mm x 810 mm y 625 mm x 625 mm. Las torres de madera son una realidad gracias a los cambios en las normas de construcción y las actitudes cambiantes hacia el material. 

Si bien la madera a menudo ha sido cuestionada debido a conceptos erróneos pero comunes sobre su capacidad para resistir el fuego. Sin embargo, es posible tratar la madera laminada para que no se afecte. Aunque el problema principal en ésta construcción fué la propiedad ligera de la madera cuando se enfrenta a los fuertes vientos de la región. Para eliminar este problema, se usaron losas de concreto en los siete pisos superiores para aumentar el peso hacia la parte superior y ralentizar el balanceo. El edificio también está anclado en el suelo con pilotes de hasta 50 metros de profundidad.

Sobre el impacto climático, los defensores de la madera en masa dicen que, en comparación con las opciones existentes, estas torres son más rápidas de construir, más fuertes y, quizás sorprendentemente, más seguras en caso de incendio. Quizás, sin embargo, sus referencias verdes explican la creciente popularidad de la madera en los últimos años. Entonces, comparando la contaminación producida por la construcción tradicional usando hormigón y acero, si bien estaríamos utilizando árboles, esta construcción es más ecofriendly y sustentable que la tradicional. 

¿Estaremos ante una nueva tendencia constructiva que llegó para reemplazar al hormigón y al acero?